Personajes de papel: Mortadelo y Filemón, por Fe.Li.Pe. – Junio 2012



Los héroes que voy a presentar hoy son bastante peculiares, pues su más poderosa característica es que son torpes y patosos y no suelen salir muy victoriosos de sus correrías. Ambos nacieron sobre 1958, lucen unas relucientes y pulcras calvas y ostentan unas prominentes narices, trabajan de agentes secretos en la T.I.A. y han corrido desde entonces un sinfín de aventuras, me refiero, como muchos ya habréis adivinado, a Mortadelo y Filemón.
Según cuentan los estudiosos de este género, la primera historieta de nuestros personajes apareció un 20 de enero de 1958, de la mano y los plumines de su creador, Ibáñez, en la revista infantil Pulgarcito, exactamente en el número 1394, y llevaba por título Mortadelo y Filemón, agencia de información. Parece que su padre intelectual no fue quien eligió sus nombres, pues él había propuesto otros y sin embargo la editorial Bruguera, la cuna de tal nacimiento, decidió éstos que hacían referencia a dos elementos muy comunes en la cocina española del momento: la mortadela y los filetes. 
Nuestros muchachos se mostraban muy diferentes en sus inicios a como luego serían mundialmente conocidos, pues Ibáñez los había concebido a imagen y semejanza de los héroes novelescos de Sir Arthur Conan Doyle, Sherlock Holmes y el doctor Watson. Y así  vemos  Filemón vistiendo chaqueta y sombrero de felpa, fumando en pipa y con el ceño fruncido y concentrado. Por su parte Mortadelo llevaba pantalón y levita negros, bombín, donde guardaba sus disfraces, y paraguas a juego, además de sus eternas gafas. En estas primeras historietas, realizadas en blanco y negro, Filemón era el jefe de una agencia de detectives y Mortadelo trabajaba como ayudante. Todas las historias estaban cortadas por el mismo patrón: alguien contrataba los servicios de la agencia, ellos se ponían manos a la obra y, en medio de la investigación, cometían algún error o descuido que llevaba al traste con todo, concluyendo con el clásico final de las persecuciones y los desmayos.
Con posterioridad, Filemón va perdiendo longitud en su nariz y deja la chaqueta para vestir simplemente una camisa blanca con pajarita negra, así mismo abandona el tabaco por lo que desaparece la pipa. En cambio, Mortadelo mantendrá su traje oscuro, sus gafas y su nariz, liberándose del paraguas y el bombín, apareciendo sus disfraces sin más, de la nada.
El 27 de enero de 1969 se edita la primera historia extensa de estos personajes, con el título de El sulfato atómico dándose así inicio a una nueva etapa de Mortadelo y Filemón. Aunque todavía se mantienen en Pulgarcito, aparece una nueva revista con su propio nombre y sus historietas son bastante más largas con un hilo argumental central repleto de diferentes gags y situaciones cómicas matizadas gracias a diferentes recursos humorísticos como los juegos de palabras, las situaciones absurdas, los enredos. Ya no trabajan por su cuenta, sino que forman parte de la T.I.A., una parodia de la C.I.A. norteamericana y sus aventuras están repletas de intrigas y momentos muy similares a las historias de espionaje más de moda por entonces que las de Sherlock Holmes. Sin embargo ellos dos son dos agentes muy incompetentes quienes, recibiendo las misiones más peligrosas y complicadas, son incapaces de solucionar nada y tienen una gran facilidad para complicarlo todo. Otra característica bastante importante es el estilo de los dibujos, ya que se vuelve detallista, incluyendo en las viñetas muchas bromas visuales y las características telarañas de Ibáñez.



A partir de aquí aparecen diversos personajes que les seguirán acompañando durante el resto de sus aventuras: el Superintendente Vicente, el Profesor Saturnino Bacterio o la Secretaria Ofelia, entre otros, que comentaré más adelante. Así mismo, las aventuras se van reuniendo en unas revistas especiales y con más páginas, llamadas Olé, las cuales aparecían con una periodicidad más amplia. De esta época son los títulos tan conocidos de Contra el “gang” del chicharrón, Valor y… ¡al toro!, El caso del bacalao, La caja de los diez cerrojos, Los inventos del profesor Bacterio, Gatolandia 76, Operación ¡bomba!, Los diamantes de la gran Duquesa , Los gamberros, etc.
Desde 1979 se pasa a cuatro viñetas, en vez de cinco, por fila, aunque se mantienen las 44 páginas y, además de evolucionar el lenguaje, haciéndose más popular e, incluso, con un considerable aumento de expresiones escatológicas, la línea argumental se relaciona con la realidad actual y cotidiana, alejándose de la intemporalidad de las épocas pasadas. Así mismo, debido al gran éxito que tenían estos cómics entre el público, la editorial Bruguera le arrebató los derechos a Ibáñez durante cinco años durante los cuales aparecieron diversas historietas apócrifas en las que él no intervino. En 1990 recupera Ibáñez sus derechos, pero se mantiene las nuevas líneas, desaparecen las revistas y sólo continúan los álbumes con un diseño muy cuidado y tratando temas de actualidad.
Los personajes más importantes son los siguientes:
Mortadelo: Alto, calvo, delgado y narigudo. Viste pantalón y levita negros con cuello blanco y almidonado que siempre aparece, incluso cuando se disfraza, y lleva gafas. Es tratado de forma despótica por todos sus superiores porque suele meter la pata lo que hace que sus jefes se lleven todos los golpes. Tiene una gran facilidad para disfrazarse, de lo que sea, lo cual le sirve muchas veces para escaparse. Cuando a él y a Filemón les persiguen, se esconden en los lugares más inverosímiles y alejados del planeta, mientras leen en un periódico todas las catástrofes que ellos han causado. Mortadelo es más ingenioso y resolutivo que Filemón y se enfada cuando este lo trata como si fuera más torpe. Cuando el Super les está explicando los detalles de alguna misión, Mortadelo nunca le presta atención y por lo tanto no se entera de nada. Tiene un gran rencor contra el profesor Bacterio y huye cuando le ordenan que pruebe alguno de sus inventos, porque él y Filemón siempre sufren todos sus errores por lo que no pierden ocasión para meterse con él y torturarle. Ante los incesantes requiebros de Ofelia, Mortadelo se burla de ella y la humilla.
Filemón: Un poco más bajo que Mortadelo, con sólo dos pelos en la cabeza, viste camisa blanca, con pajarita negra, y pantalón rojo y, a veces, chaqueta roja. Aparenta ser más inteligente, serio y responsable que Mortadelo, aunque no es cierto. Le molestan mucho los disfraces de su compañero y, como recibe siempre golpes por su culpa, suele enfadarse mucho con Mortadelo a quien persigue con algún objeto para atizarle y el otro siempre escapa disfrazándose. Igual que el otro, tampoco atiende al Super cuando les habla, por lo que siempre mete la pata y le pasa lo mismo que a Mortadelo con relación al profesor Bacterio.
El superintendente Vicente: Es un hombre grueso de cintura, con poco pelo en la cabeza, pero con un enorme bigote, quien viste un traje azul con corbata negra. Él es el jefe de los agentes de la T.I.A. y quien asigna las misiones a Mortadelo y Filemón, a quienes trata de forma despótica porque es él quien se lleva los golpes cuando ellos meten la pata y al final siempre acaba persiguiéndolos por todo el mundo pues ellos se han escondido.



El profesor Saturnino Bacterio: Lleva una gran barba negra que todos le estiran con saña y viste un traje de color verde. Suele probar sus inventos más descabellados sobre Mortadelo y Filemón, aunque en algunas ocasiones también utiliza a Ofelia, por lo que todos le huyen. Sus inventos más destacados son: la máquina del cambiazo, la máquina busca fresquito, la máquina de copiar gente, al elasticidad, la tergiversicina, el vivimetalillus, el transformador matabólico, el mimetizador…



La secretaria Ofelia Michelínez: Aparece por primera vez en la historieta  Los gamberros. Es grande, gorda, por lo que está acomplejada, y de pelo rubio y rizado. Viste con un traje rojo escotado y ajustado y botas negras. Es la secretaria particular del superintendente Vicente. Se pone muy coqueta e intenta atraer a Mortadelo, en primero lugar, pero también a Filemón, quienes huyen de ella, la insultan y la desprecian y ella les responde violentamente. 
 

Otra de las peculiaridades de esta serie de cómics es su lenguaje, bastante peculiar y un tanto desfasado como, por ejemplo, con la utilización de palabras de escoso uso en la actualidad, como “merluzo” (para insulto), o “trolebús” (para autobús), “colodrillo” (haciendo referencia a la parte posterior de la cabeza), “mofa” y “befa” (sinónimos de burla) o “beodo” (por borracho). Esta forma de hablar estaba más en consonancia con el habla de la calle en la época en que apareció la primera edición, a finales de los cincuenta del siglo pasado, sin embargo se ha mantenido durante todo este tiempo. Así mismo, es curioso observar que los personajes no se tutean, aún siendo amigos íntimos y viejos conocidos, tratándose siempre de usted. 
Los primeros intentos de llevarlos al cine fue por el sistema de los dibujos animados y así, entre los años 1965 y 1970, se realizaron 16 cortos de 6 minutos de duración producidos por los Estudios Vera. Unos años más tarde, en 1994, BRB Internacional y Antena 3, realizaron una serie televisiva que consta de 15 capítulos de 20 minutos, dos de ellos mostrados en esta página. En el año 2003 llegó la primera película con personajes reales La gran aventura de Mortadelo y Filemón, dirigida por Javier Fresser y con Benito Pocino en el papel de Mortadelo y Pepe Villuela en el de Filemón, siendo un compendio de diferentes aventuras como El sulfato atómico, Chapeau el esmirrau, El caso del bacalao, Safari callejero, La caja de los diez cerrojos y El estropicio meteorológico. En ella también aparecen otros personajes de Ibáñez, como Rompetechos o 13 Rue del Percebe. En el año 2008 se estrenó una segunda parte titulada Mortadelo y Filemón. Misión: salvar la Tierra, con un cambio en el reparto pues el papel de Mortadelo es interpretado por el actor Eduard Soto. Así mismo se han lanzado al mercado videojuegos basados en las aventuras de nuestros héroes.


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